lunes, 1 de junio de 2009

Nunca he ido más lejos que al dejarte marchar.

Les adjunto otro poema de Benjamin Prado.


EL VIAJERO


Se viaja siempre contra tu país,
de ti mismo a un lugar donde ser otro
que ya no te recuerde,
ni quiera regresar.

Pero dónde hay un mundo más allá del pasado,
para escapar de ti.

El que se marcha aprende a olvidar los caminos.
Quien se queda, renuncia a la aventura de irse
y al sueño de volver.

Pero de qué le sirve la distancia
al hombre que no olvida,
el que está condenado a que su rostro
se pueda reflejar a la vez en dos ríos.

Con la tristeza del que se detiene
para dejar pasar de largo sus deseos;
con la esperanza intacta
del que aún
no sabe dónde va ni a quién espera,

me despedí de ti,
bajé a la calle,
puse el pie en una tierra en la que no existías,

donde mi sombra no era el eje de lo oscuro,
donde tus ojos no eran los dueños de la luz.

Nunca he ido más lejos que al dejarte marchar.

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